Era una noche oscura, de noviembre. Hacia frio pero el cielo se mostraba despejado.
Se puso las botas, apretó bien el abrigo y engancho la correa a su fiel amigo, Bastian. Un pastor alemán de 3 años.
A penas se había acercado al paseo de la ribera del rio cuando vio el halo misterioso que desprendia el lugar con el surgir de la niebla.
No le importaba, la niebla hacia mas interesante el paseo por aquel descuidado camino que el paso de los años había maltratado. Parece una película de misterio, pensó.
Las farolas en las cuales el paso de los años, al igual que el paseo, habían hecho mella en ellas iluminaban tenuemente el sendero. Le gustaba aquel paseo pues podía dejar a Bastian libre de la cadena y podía correr todo lo que necesitaba.
Caminaba a buen paso para no enfriarse en aquella noche oscura, en que la niebla no dejaba ver mas alla de diez pasos. Bastian se paraba y volvia a su lado continuamente comprobando que el dueño seguía más allá de la espesa niebla.
Tomo la curva junto al rio, donde dos farolas fundidas oscurecían la zona. Parandose a observar el rio durante un breve instante, mirando hacia un puente clásico por donde cruzaba el tren. Las pocas luces hacían de la estampa formidable, pero aquella noche no alcanzaba la vista debido a la niebla.
Me conozco el camino de memoria, es otro y se podría caer al rio- pensó-
Se dio cuenta de que Bastian no estaba a su lado, se giro para ver si lo divisaba entre la niebla, silbó por el. Pero Bastian no apareció.
-Bastian, ven- dijo en alto. Se pararía a oler algún rastro , se dijo para si. Volviendo sobre sus pasos, no daba localizado a Bastián.
-¡Perro del demonio! – exclamo- Cuando volviendose para continuar el camino y esperar que Bastian saliera el encuentro, se sobresalto al encontrarse silenciosamente una preciosa chica.
Hola!- dijo ante el sobresalto- y sonriendo por el nerviosismo le dijo rápidamente:
- no viene mi perro , girándose para ver si volvía
La chica sonrió y con voz suave dijo:
- Todos tenemos nuestro propio camino.
Extrañado por la afirmación se volvió rapidamente hacia la joven, que para sorpresa había desaparecido entre la niebla.
Ante la presencia de Bastian que reaparecio de entre los arboles, se quedo un instante pensando en
- ¿Cómo? Y miro varias veces para un lado y para el otro buscando entre la niebla a la guapa interlocutora
La noche era oscura y con niebla, volvió a su casa y olvido lo sucedido.
Al dia siguiente, cosas del destino, casualidades o mera coincidencia, el sobresalto fue máximo al ver en el periódico que una joven se había ahogado rio arriba.