El metro, es una forma practica, barata y ecologica de desplazarse por las grandes ciudades. Hay una serie de rutinas, o conductas de los usuarios que a los profanos a este medio llama la atencion. El tunel negro se ilumina y el gusano metalico de las profundidades hace su aparicion, la gente se agolpa frente a las puertas y espera a que los pasajeros salientes vacien rapidamente para entrar en el. Pitan y las puertas se cierran. Se apuran los pasos en busca de un asiento ¿tan cansados estan que necesitan sentarse 10 minutos de viaje? Despues agarran su pertenencias, por temor al que los carteristas se aprovechen del descuido para hacerse con un botin. Juegos de miradas de reojo entre los pasajeros, telefonos móviles, blackberrys, reproductores musicales, libros y cabeceos oniricos, cada quien transcurre su trayecto como prefiere. En viaje solo el sonido del traqueteo de vagones circulando por las vias interrupido por el anuncio de la siguiente estacion. Despiertan los ensimismados y se apuran a recorrer el tren para estar mas próximos a la salida. Escaleras mecánicas, pasillos y desdén al cruzar las barreras, rafaga de aire puro y luz. Es de día, hay vida mas alla del metro.
